Los Pueblos Enlhet y Enenlhet
Según datos arqueológicos, los pueblos Enlhet y Enenlhet, también llamado pueblos Maskoy, habían llegado al Chaco Paraguayo desde una zona sub-andina del noroeste. Siguieron su marcha en dirección hacia el sureste, poblando paulatinamente grandes extensiones del Chaco Central y Bajo. Durante este proceso de migración y poblamiento se diferenciaron por lo menos seis subgrupos, cada uno ocupando eventualmente su propio hábitat. Ellos son los Sanapaná, Toba-Maskoy, Angaité, Guaná, los Lengua-Norte y Lengua-Sur.
Su historia reciente nos cuentan sus propias tradiciones orales. Adaptados económicamente al medio ambiente del Chaco Central y Bajo, ellos mantuvieron buenas relaciones comerciales entre sí y con sus vecinos Nivaclé y Maká. Sus enemigos principales eran los Chamacoco, Ayoreo y Toba-Guaicurú. Cuentan del tiempo de las grandes migraciones de los grupos Guaicurú, quienes presionaron fuertemente sobre sus territorios en el Bajo Chaco. Recuerdan que esto produjo entre ellos y contra ellos una prolongada “Guerra Mundial Indígena”.
Cuando en el siglo 18 tanto los Payaguá como también los Mbayá poco a poco abandonaron el litoral del río Paraguay, los Grupos Maskoy extendieron su dominio hasta el río. Con esto comenzaron sus contactos con el hombre blanco. Esto les significaba una oportunidad de adquirir más artículos de hierro y animales domésticos pero también marcó el comienzo de una larga historia de sufrimientos por las enfermedades propias del hombre blanco, como gripe, sarampión, viruela, tuberculosis, etc.
A fines del siglo 19 una serie de compañías extranjeras compraron enormes extensiones de tierras chaqueñas. Con esto, los indígenas que allí vivían, prácticamente fueron expropiados sin darse cuenta. De lo que sí se dieron cuenta fue de las fundaciones de un número de puertos sobre el río, donde pronto fueron erigidas fábricas tanineras. Para los indígenas, los puertos tanineros llegaron a ser un polo de atracción donde podían vender su mano de obra para satisfacer alguna necesidad inmediata de conseguir artículos de la civilización blanca.
Al comenzar el siglo XXI, los pueblos Enlhet y Enenlhet, en su mayoría han logrado asegurar algunas tierras tituladas a sus comunidades. Aunque son superficies mínimas, comparado con lo que una vez contaban como lo suyo, varias comunidades del Chaco Central han optado por una economía sedentaria, cultivando sus tierras, criando ganado y explotando el mercado laboral de la zona. Otras comunidades se han asentadas en zonas urbanas, o como barrios obreros de las estancias, con una economía dependiente del trabajo asalariado.
Los pueblos Enlhet-Enenlhet están en proceso de construir sus nuevas identidades étnicas alrededor de proyectos de vida que incluyen la recuperación de parte de sus tierras ancestrales, de desarrollar una nueva base de subsistencia por medio de la agricultura y ganadería, de establecer un modo más satisfactorio de relacionamiento con la sociedad envolvente y con los gobiernos nacional y locales. En este sentido anhelan la participación política, como instrumento de reclamar el reconocimiento de sus agendas étnicas. En todos los grupos, la defensa del idioma propio, o su recuperación, también forman parte de su proceso de construcción de identidad social.
Parte integral de estos nuevos proyectos de vida forma la organización familiar, basada en la solidaridad económica dentro del grupo de parientes. Otros valores de la cultura propia, perpetuados en la nueva vivencia tienen que ver con la defensa de la armonía social, la priorización de las relaciones sociales sobre ventajas económicas, la organización comunitaria en base del principio de igualdad, el rechazo de la coerción como medio de control social, la idealización del carácter amable, generoso y de discurso suave. Nuevos valores, que son integrados a la construcción reciente de identidad social, fueron asimilados de la nueva fe cristiana, presente en la mayoría de los grupos.
En un Seminario en el año 2003, entre 65 líderes de las diferentes comunidades del Chaco Central, se estaba reflexionando sobre el tema de los sentimientos comunitarios con relación a la seguridad económica. Se destacó que hay una serie de factores que contribuyen a que los miembros de las comunidades se sientan seguros en su vivencia diaria. Uno tiene que ver con la tierra titulada, que hace que la gente viva con tranquilidad en un espacio reconocido como legalmente suyo. Otros factores mencionados fueron: la existencia de recursos naturales en la comunidad; huertas de buen tamaño; un almacén comunitario de fácil acceso.
También mencionaron como motivos de seguridad la armonía comunitaria, fomentada por una vida espiritual activa de la mayoría de la gente. Por último, también reconocieron ciertos servicios comunitarios, como la ayuda mutual hospitalaria y el programa de crédito de siembra, como factores que fomentan el sentimiento de seguridad y tranquilidad para una vida comunitaria.
Sin embargo, el factor central para una vida en armonía, según las conclusiones del Seminario citado, constituye el complejo de costumbres culturales relacionadas a la solidaridad. ¿Cómo se manifiesta esto? En primer lugar, entre parientes existe una responsabilidad absoluta para ayudarse mutuamente. Cuando hay necesidad, se puede pedir comidas, ayuda en servicios, apoyo para la defensa de las personas. Si hay afortunados que tienen un empleo fijo, o una buena cosecha, estos demuestran sus amabilidad para con los demás.
La costumbre de compartir, según el Seminario, es vista como una virtud muy fundamental. Se lo identifica como una verdad bíblica. También se lo proyecta como un valor que nunca debe terminar; se debe enseñarlo a la juventud para que no se olviden de este compromiso. Es cierto, también el ahorro es visto como algo necesario. Así se destacó la necesidad de contar con buenas reservas de batatas, de almacenar porotos y de investir en ganado vacuno. Sin embargo, una persona amable nunca va ahorrar, mientras que a su lado otro sufre necesidad, se subrayó.
El sistema económico aspirado, entonces, es de producción diversificada. Incluye huertas, chacras con cultivos de renta, ganadería en base colectiva, avicultura, apicultura, recolección en el monte, changas en las colonias agrícolas vecinas y empleos fijos, o en la comunidad, o afuera. No se espera que cada productor participe en todas estas ramas económicas, sino se supone una participación según intereses y dones específicos de cada miembro del grupo. Los ingresos así juntados sirven, en forma solidaria, al total del grupo extendido de parientes.
Familia lingüística Enlhet - Enenlhet (Maskoy)
Grupo según dialecto | Comunidades (selectas) |
Enlhet Norte | Yalve Sanga, Campo Largo, Pozo Amarillo, Paz del Chaco, Monte Palmeras |
Enlhet Sur | Armonía, La Esperanza, El Estribo, La Herencia, Maklhawaya |
Toba | Pozo Amarillo, Casanillo, Laguna Porá |
Sanapaná | La Esperanza, Anaconda, Nueva Promesa, Diez Leguas, Karanda'y Puku |
Angaité | Diez Leguas, Kora'í, La Patria, San Carlos |
Guaná | Machete Vaina, Riacho Mosquito, Apa Costa |